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Maru Campos: Ahora pide mejor trato a Claudia Sheinbaum después de sus ataques contra AMLO

Resulta verdaderamente cómico ver cómo Maru Campos, la misma gobernadora que no perdió oportunidad de arremeter contra el presidente Andrés Manuel López Obrador, ahora quiere congraciarse con Claudia Sheinbaum. ¿A caso ya se le olvidó ? La gobernadora, Maru Campos, a nivel nacional ya es conocida por su lenguaje florido, y por que subió a un templete en estado de intoxicación (no solo borracha), despotricó contra AMLO una y otra vez, negando cualquier posibilidad de colaboración entre Chihuahua y el Gobierno Federal. Y ahora, con una sonrisa fingida y un gesto del dedo índice, nos dice que sí va a la toma de protesta de Sheinbaum, como si de un plumazo pudiera borrar su pésima gestión de las relaciones con la Federación.

Durante su mandato, Maru Campos se ha dedicado a sabotear cualquier avance federal que pudiera beneficiar a los chihuahuenses. Su negativa a firmar el convenio del IMSS-Bienestar dejó a miles de familias sin acceso a una atención médica digna, y su rechazo a implementar la pensión para personas con discapacidad de 29 a 64 años no es más que una muestra de su total desprecio hacia los más vulnerables. Y lo peor es que, cada vez que se le pregunta por qué no ha firmado, responde con mentiras descaradas y evasivas que insultan la inteligencia de cualquiera que las escuche.

Maru Campos ha creado una utopía falsa en Chihuahua, un espejismo donde todo parece estar bien mientras la realidad es que miles de ciudadanos están desamparados. Y todo porque decidió que sus constantes faltas de respeto al presidente Andrés Manuel López Obrador y sus viajes internacionales con su novio, eran más importantes que el bienestar de los chihuahuenses. Ahora, en un acto de cinismo absoluto, se presenta como la gobernadora que busca «borrón y cuenta nueva» con Sheinbaum, esperando que por el simple hecho de que ambas son mujeres, todo será perdonado.

Pero no, Maru. No se te puede olvidar tan fácilmente cómo dañaste a Chihuahua al poner tus intereses personales por encima de los de la gente. No se puede ignorar que por tu arrogancia los chihuahuenses siguen esperando los programas que tú les negaste. Y mucho menos se puede borrar tu historial de confrontaciones innecesarias con el Gobierno Federal.

El tema de Javier Corral sigue siendo un estorbo en esta novela de traiciones, y no será nada fácil para Campos librarse de esa sombra. Aunque ahora trate de mostrarse cordial con Sheinbaum, es evidente que la relación estará marcada por las heridas que ella misma provocó con su falta de respeto.

El 1 de octubre, mientras todo México celebra la continuación de la Cuarta Transformación, Maru Campos intentará hacerse pasar por la gobernadora conciliadora que nunca fue. Pero para los chihuahuenses, el daño ya está hecho, y por mucho que ahora quiera lavar su imagen, no podrá esconder su cinismo ni su fracaso como representante de Chihuahua ante el país.

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Sicarios libres: El fracaso en seguridad de Maru Campos

¿Cómo no quieren que el estado arda en llamas si los generadores de violencia caminan libres gracias a la incompetencia del Secretario de Seguridad Pública del Estado, Gilberto Loya? Lo sucedido con la liberación de siete sicarios no es más que otra muestra de la total ineptitud del gobierno de Maru Campos en materia de seguridad. Mientras el Secretario de Seguridad Pública, Gilberto Loya, daba su informe sobre los «avances» en el combate a la delincuencia, tuvo que aceptar que el caso de Ojinaga había terminado de la peor manera: con los criminales de vuelta en las calles.

La liberación de estos sicarios fue un golpe a la seguridad de los chihuahuenses que ven cómo, una vez más, sus autoridades les fallan. La Fiscalía, encabezada por César Jáuregui, junto con la Secretaría de Seguridad, parece haber tirado la toalla, y la ciudadanía paga el precio.

Lo peor es que la desinformación la sigue propiciando el propio Gobierno del Estado. Al conocer la noticia, muchos culparon de inmediato al Poder Judicial por su ya habitual costumbre de dejar ir a los delincuentes. Pero esta vez no fue culpa de los jueces. El problema fue que, debido a un pésimo manejo en el proceso de detención por parte de los elementos estatales, los sicarios fueron liberados por lo que se consideró una detención «ilegal». ¡Así de ridículo! Las mismas autoridades encargadas de protegernos no pueden ni hacer su trabajo correctamente.

Ahora Cesar Jáuregui, Fiscal del Estado , afirma que apelará la decisión , pero, ¿de qué sirve? Los delincuentes ya están fuera y para que los vuelvan atrapar permítanos dudarlo, y mientras tanto, el estado de Chihuahua sigue pagando el precio por la ineptitud de sus autoridades. ¿Cómo es posible que, en pleno 2024, sigamos viendo errores tan graves? Es de risa pensar que la Secretaría de Seguridad y la Fiscalía no sean capaces de afinar sus procedimientos.

Un consejo a la gobernadora, ahora que anda en tiempos de cambios en su Gabinete, retire a Gil Loya de su cargo, él anda más preocupado por lograr la candidatura a la presidencia de Ciudad Juárez que de la seguridad de los chihuahuenses.

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Francisco Sánchez y su juego político en Chihuahua

Hoy, el Congreso del Estado vuelve a ser el escenario del tan debatido tema de la reforma al Poder Judicial, pero detrás de los discursos y las controversias legales, hay un juego político mucho más profundo, y Francisco Sánchez, diputado de Movimiento Ciudadano, está en el centro de él. No se equivoquen: su llamado a la oposición para presentar recursos jurídicos en contra de esta reforma no es un acto heroico ni una defensa de la justicia. Más bien, es una jugada estratégica para pagar la factura de su diputación y mantener contentos a ciertos sectores que le dieron su puesto a última hora.

Es imposible ignorar que Francisco Sánchez ni siquiera estaba en la lista de diputados locales hasta 12 horas antes de las elecciones. Entró de manera sorpresiva, y al hacerlo, despojó al PRI de una diputación, restándoles poder en el Congreso. Ahora, ni el PRI ni el PAN lo ven con buenos ojos, y la realidad es que Sánchez está tratando de congraciarse con aquellos a quienes incomodó.

La jugada es clara: el PAN y el PRI no quieren quemarse más de lo que ya están, así que necesitan que alguien más ponga la cara. Ahí entra Sánchez, quien, con esta propuesta, busca hacerles el trabajo sucio a estos partidos sin que el golpe político recaiga directamente sobre ellos. Es un movimiento calculado, y Sánchez está dispuesto a presentarse como el protagonista de esta «lucha» jurídica, pero no nos engañemos: no es por convicción, es por conveniencia.

El INE ya ha comenzado a obedecer esta cuestionada reforma, iniciando el proceso para la elección popular de jueces, magistrados y ministros. Mientras tanto, Sánchez se pone al frente del espectáculo, impulsando recursos para detener el proceso, pero lo que realmente está buscando es mantenerse relevante y útil para aquellos a quienes ahora les debe favores políticos. Esto no es una defensa de la justicia ni un acto en pro de los ciudadanos, sino una maniobra para consolidar su posición en un Congreso que lo ve como un infiltrado.

Así que, mientras hoy se discuta la reforma al Poder Judicial en el Congreso, tengamos claro que, más allá de la retórica y los llamados a la acción, lo que realmente está en juego es el poder político, no el bienestar de los ciudadanos. Y Francisco Sánchez, en su afán por pagar su diputación y seguir en el juego, se ha convertido en una pieza clave de un ajedrez en el que, como siempre, los perdedores son los chihuahuenses.