La figura de Lázaro Cárdenas del Río es ampliamente recordada en la historia de México por su decisiva expropiación petrolera en 1938 y su profunda reforma agraria. Sin embargo, su legado en la protección de los recursos naturales ha sido un aspecto menos destacado, pero igualmente trascendental. Cárdenas no solo fue un visionario de la soberanía energética, sino también un precursor en la defensa del medio ambiente, estableciendo un marco de conservación que perdura hasta la actualidad.
Un Presidente con Conciencia Ambiental
A lo largo de su mandato (1934-1940), Cárdenas demostró una preocupación genuina por la devastación forestal y la degradación de los ecosistemas en México. Con el apoyo del ingeniero y ambientalista Miguel Ángel de Quevedo, conocido como el «Apóstol del Árbol», impulsó una serie de reformas orientadas a la protección de los bosques, la fauna y la flora del país.
En 1935, bajo su dirección, se creó el Departamento Forestal de Caza y Pesca, la primera agencia autónoma de conservación en México. Este organismo fue encargado de promover la reforestación, la administración de parques nacionales y la educación ambiental. Durante su sexenio, se plantaron alrededor de seis millones de árboles en diversas regiones del país, con un enfoque en la restauración de zonas devastadas.
Creación de Parques Nacionales: Un Legado Verde
Uno de los logros más notables de la política ambiental de Cárdenas fue la declaración de 40 parques nacionales, un hito sin precedentes en la historia de México. Antes de su administración, solo existían dos parques nacionales: el Desierto de los Leones (1917) y El Chico (1922). Entre los parques creados destacan el Vivero de Coyoacán, que sigue siendo un pulmón verde en la Ciudad de México, y otras áreas protegidas fundamentales para la biodiversidad.
Cárdenas comprendió que la explotación irracional de los bosques no solo afectaba al medio ambiente, sino también a las comunidades que dependían de estos recursos. Como parte de su reforma agraria, promovió la creación de cooperativas forestales, donde los campesinos e indígenas pudieran aprovechar los recursos naturales de manera sostenible. Esta estrategia buscaba frenar la explotación descontrolada por parte de grandes corporaciones y fomentar un modelo de aprovechamiento responsable de los bosques.
Vigencia de su Legado Ambiental
Hoy, la labor de Lázaro Cárdenas cobra relevancia en un mundo amenazado por la deforestación, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Su visión de desarrollo sostenible y su compromiso con la conservación de los recursos naturales continúan siendo una fuente de inspiración para las políticas ambientales en México.
Cárdenas no solo construyó una nación más justa en términos económicos y sociales, sino que también sentó las bases para la protección de los ecosistemas del país. En tiempos donde la crisis climática demanda acciones contundentes, su legado nos recuerda que la conservación ambiental no es un lujo, sino una necesidad para el bienestar de las generaciones futuras.