Chihuahua.- El Cerro del Caballo, una de las últimas áreas naturales significativas de Chihuahua, enfrenta una grave amenaza. Esta semana, en una polémica votación en el Congreso local, los partidos PRI y PAN votaron en contra de un exhorto que buscaba proteger la zona, desoyendo los resultados de una consulta pública en la que más del 99% de los ciudadanos apoyaron la conservación de este valioso espacio natural.
El exhorto, presentado el martes 8 de octubre por la diputada Brenda Ríos (Morena), pretendía presionar a las autoridades para establecer medidas claras de protección ambiental sobre el cerro. Sin embargo, el rechazo de 18 diputados de las bancadas del PRI y PAN fue suficiente para bloquear la iniciativa, a pesar de que solo 12 legisladores de Morena y el PT votaron a favor, con dos abstenciones y una ausencia que inclinaron aún más la balanza en contra del exhorto.
Un golpe a la voluntad popular
La decisión legislativa contrasta de manera drástica con el sentir ciudadano. Apenas en septiembre, el Instituto Estatal Electoral (IEE) había publicado los resultados de una consulta pública impulsada por el colectivo Salvemos los Cerros de Chihuahua, en la que más del 99% de los participantes votaron a favor de la protección del Cerro del Caballo. Esta consulta, histórica por su nivel de participación, reflejaba un consenso casi unánime sobre la necesidad urgente de preservar esta área natural.
Descontento de la comunidad ambientalista
El rechazo del Congreso fue recibido con incredulidad y frustración por parte de los activistas ambientales y ciudadanos presentes en la sesión. Miembros de Salvemos los Cerros de Chihuahua, quienes han luchado por años en defensa de los espacios naturales de la ciudad, calificaron la votación como un acto que ignora la voz del pueblo y prioriza intereses económicos sobre el bien común.
«Estamos exigiendo un ordenamiento territorial justo que proteja nuestro medio ambiente y las corrientes de agua del cerro, en lugar de permitir fraccionamientos que destruyen la naturaleza», expresó José Alfredo Bermeo, veterano activista y defensor de las áreas verdes en la capital chihuahuense.
Protección dudosa, desarrollo inminente
En medio de esta controversia, el Instituto de Planeación Integral del Municipio de Chihuahua (IMPLAN) publicó un comunicado en el que asegura que el Cerro del Caballo está clasificado como una zona de preservación ecológica no urbanizable. Sin embargo, esta declaración choca con los hechos. Según el Plan de Desarrollo Urbano 2024, actualmente en elaboración, el cerro está dividido en tres categorías: preservación ecológica, equipamiento general y zonificación habitacional.
Aunque las áreas más elevadas y su barranca oeste están catalogadas como zonas de conservación, las faldas orientales del cerro han sido designadas para el desarrollo urbano. De hecho, la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología del municipio ya ha autorizado seis nuevos fraccionamientos en esa área, a cargo de la inmobiliaria Kashinka, lo que ha provocado desmontes visibles en el terreno.
La batalla por el Cerro del Caballo
Para los ambientalistas y vecinos de la zona, la aprobación de estos proyectos representa una clara contradicción con la supuesta protección del cerro. Tras la votación, los activistas corearon consignas a favor de la conservación del Cerro del Caballo, exigiendo a las autoridades que respeten los deseos expresados por la ciudadanía en la consulta pública.
El rechazo del exhorto por parte del PRI y PAN, sumado a la aprobación de nuevos desarrollos urbanos, ha encendido nuevamente el debate sobre la sostenibilidad y el futuro de la planeación urbana en Chihuahua. La urbanización descontrolada ha amenazado repetidamente los cerros que rodean la ciudad, y el Cerro del Caballo podría ser la próxima víctima de este modelo de expansión.
Una encrucijada ecológica
La preservación de áreas naturales como el Cerro del Caballo no solo es esencial para la conservación de la biodiversidad local, sino también para mitigar los efectos del cambio climático, mejorar la calidad del aire, y proteger las corrientes fluviales que atraviesan la ciudad.
A pesar de la decisión del Congreso, el colectivo Salvemos los Cerros de Chihuahua y otras organizaciones civiles han prometido seguir luchando por la defensa del Cerro del Caballo. La batalla por el segundo pulmón verde de la ciudad apenas comienza, y la voluntad de la ciudadanía parece más fuerte que nunca.
El futuro de esta zona, que hoy parece estar en una encrucijada entre el desarrollo inmobiliario y la conservación, dependerá de la capacidad de la sociedad civil para seguir presionando a las autoridades y de la voluntad política de proteger este espacio vital para las generaciones futuras.
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