La Operación Enjambre, que resultó en la detención de siete funcionarios municipales en el Estado de México, ha generado múltiples reacciones tanto en el ámbito político como en la opinión pública. Este operativo, encabezado por el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, bajo la supervisión de la presidenta Claudia Sheinbaum, envió mensajes clave que redefinen la estrategia contra el crimen organizado en México
Óscar Balderas, periodista especializado en seguridad, desmenuzó los mensajes políticos y estratégicos de este operativo durante una entrevista en MVS Radio. Según Balderas, el enfoque se dirige a los delitos cotidianos que más afectan a la ciudadanía: extorsión, homicidios y secuestros.
Delitos de alto impacto: la clave para ganar confianza
El caso más emblemático es el de Amanalco, donde la alcaldesa María Elena Martínez Robles fue acusada de asesinato y nexos con La Familia Michoacana. Este cártel, conocido por extorsionar pequeños negocios y desviar recursos públicos, representa una amenaza directa al bienestar ciudadano.
“El éxito del operativo radica en que golpea donde más le duele a la gente: en su día a día”, subrayó Balderas. Enfocarse en resolver estos problemas cotidianos puede fortalecer la confianza en la estrategia de seguridad de la 4T, diferenciándola de enfoques anteriores.
Un golpe político sin precedentes
A diferencia de estrategias previas que atacaban exclusivamente a líderes del narcotráfico, la Operación Enjambre apuntó a las redes políticas que sostienen al crimen organizado. Directores de seguridad pública, alcaldes e incluso familiares de funcionarios fueron detenidos.
Uno de los casos más impactantes es el de Ellery Guadalupe Figueroa, esposo de la alcaldesa de Tonatico, quien presuntamente exigía cuotas a vendedores para financiar al cártel.
“No está dirigido al jefe de plaza; está dirigido a quien le permite operar”, explicó Balderas.
Este enfoque tiene un doble impacto: desmantela la red de protección política y envía un mensaje interno al Gobierno de que no habrá impunidad, sin importar el partido político.
El legado de Omar García Harfuch: inteligencia y coordinación
El éxito del operativo también consolida el estilo de García Harfuch, caracterizado por la planeación estratégica y la coordinación interinstitucional.
La operación involucró a más de 1,500 elementos de la Sedena, Marina, Guardia Nacional y Policía estatal, con meses de recopilación de información que evitaron errores comunes en redadas anteriores.
“El gran reto es que este esfuerzo no quede en una simple redada. La lucha contra la narcopolítica debe escalar hacia niveles estatales y federales”, opinó Balderas.
¿Un parteaguas en la seguridad nacional?
El impacto de la Operación Enjambre no se limita al Estado de México. Su éxito ha sido celebrado incluso por figuras opositoras, marcando un consenso inusual en un panorama político polarizado.
En palabras de Balderas, “el operativo no solo refuerza la narrativa de Sheinbaum y Harfuch, sino que establece un modelo replicable para combatir al crimen organizado en otros estados”.
El antecedente del Michoacanazo de 2009, donde se detuvieron alcaldes pero el caso fracasó en tribunales, sigue siendo un fantasma. El verdadero desafío será garantizar que esta vez los culpables enfrenten justicia.
Conclusión:
La Operación Enjambre no es solo un golpe al crimen organizado, sino un mensaje político claro: la impunidad no será tolerada. La estrategia que combina inteligencia, coordinación y enfoque ciudadano podría marcar el camino hacia una seguridad más eficaz en México.
fuente: https://www.msn.com/es-mx/noticias/mexico/operaci%C3%B3n-enjambre-el-mensaje-pol%C3%ADtico-detr%C3%A1s-del-golpe-al-crimen-en-edomex/ar-AA1uMM0h?ocid=windirect&cvid=08931ed0449d41839c9616ed12ad4a7f&ei=22
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