¡No pudo con el estrés! Maestra se corta las venas, tras una semana de clases en línea

La maestra intentó quitarse la vida después del estrés que el generó el regreso a clases, via online

Una maestra intentó quitarse la vida, tras sufrir un ataque de estrés provocado por la presión del regreso a clases del Ciclo Escolar 2020-2021 en una modalidad nueva; es decir, con clases impartidas a través de una plataforma digital.

La profesora de 39 años, identificada como Linda Adriana ‘N’ intentó cortarse las venas de las dos muñecas, reveló Excélsior. Cuando la mujer intentó quitarse la vida estaba sola, pero al arribo de sus familiares dieron aviso a los servicios de emergencia.

Los paramédicos atendieron y trasladaron a la mujer a un hospital para su atención médica. Este incidente ocurrió el miércoles en el fraccionamiento de Los Pinos, en Morelia.

El estrés es cosa seria
De acuerdo con versiones locales, la maestra estaba bajo un tratamiento psiquiátrico; sin embargo, la presión de las clases en una plataforma digital la orilló a quererse quitar la vida.

Fue esta misma semana que un niño de tan sólo cinco años, pero en Estados Unidos, se hizo viral después de romper en llanto al no aguantar la frustración que el generaba tomar clases vía online.

Del estrés por el regreso a clases nadie se salva y es que en México, los padres de familia terminan con fatiga crónica. Ellos terminan con fatiga crónica, ciclo de sueño distorsionado (insomnio), irritabilidad o demasiada sensibilidad.

¿Qué hacer contra el estrés?
El proceso para recuperarse emocionalmente del estrés vivido durante el confinamiento en casa por la pandemia de COVID-19 llevará entre seis meses a un año poder superarlo, advierte en entrevista con El Heraldo de México, la jefa de Promoción y Prevención del Instituto Jalisciense de Salud Mental (SALME), Elodia Villar García.

“No hubo descanso de la madre, tuvo que hacer trabajo en casa, las exhaustivas tareas virtuales, las tareas domésticas y el cuidado de los niños; todo esto te deja arrastrando una fatiga crónica, y por supuesto, alteraciones en tu ciclo de sueño.

Si tenías una rutina para dormir y eras muy disciplinada, todos estos cambios trastocaron esos hábitos. Todo trae un agotamiento”.

En la nueva normalidad las amigas verdaderas serán fundamentales.

“Un tratamiento antidepresivo dura entre seis meses a un año para que te estabilices y te den de alta.

Aquí tenemos que apostar, es como la analogía del duelo, de acuerdo a la personalidad y herramientas que tenga el individuo iría de tres, seis meses o un año sin llegar a ser patológico para recuperarnos y volver a adaptarnos a rutinas y costumbres. Echando mano de todas las herramientas de resiliencia, el café con las amigas, van a ser elementos que nos ayudarán a salir más pronto de la situación”.

El Heraldo de México

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