Niños: alimentación y sobrepeso en pandemia

Ficciones: prohibido para gordos FOTO: CEDOC

Durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio, se han modificado los hábitos de la mayoría de las personas y uno de los cambios que más preocupan es la modificación de los hábitos alimentarios y la profundización de una problemática que ha sido creciente en los últimos años: la obesidad infantil. Según la Organización Mundial de la Salud, la obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más importantes del siglo XXI y es epidemia en numerosos países del mundo. En el año 2016 había más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) con sobrepeso u obesidad y Argentina presenta el mayor porcentaje de obesidad infantil en niños y niñas menores de cinco años en la región de América Latina con un 7,3% de prevalencia, según la Base de Datos Global sobre Crecimiento Infantil y Malnutrición de la OMS.

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Yendo a cuadros más graves, hay situaciones asociadas a la “malnutrición” donde el alimento no falta y sin embargo el niño se niega a comer (a veces por una sobreoferta de alimento) o aparece la obesidad infantil justamente porque el alimento es lo único que se le ofrece al niño.   Cómo intervenir para prevenir la obesidad infantil En los primeros meses de vida, es fundamental que la madre interprete y dé significación al pedido de su hijo, pero es necesario transmitir el concepto de que, una vez satisfecha la necesidad básica, el niño requiere afecto expresado en caricias, besos y, sobre todo, palabras. Esto permitirá que no confunda los momentos en que siente hambre, con aquellos en que otra sensación le genera displacer o malestar. Es importante que la madre no alimente al niño ante cada momento de llanto, frustración o angustia, reemplazando el alimento por palabras o juegos, y al mismo tiempo permitiendo que exprese sus sentimientos. Se da frecuentemente la situación de ver a las madres tranquilizar a su hijo colocándolo al pecho ante cada circunstancia u ofreciéndole un alimento para calmar su angustia o ansiedad. El horario de la alimentación no debe extenderse indefinidamente ni confundirse con el juego. Se debe evitar también el uso de los alimentos como premios o castigos ante determinadas conductas, o en el mismo sentido, premiar al niño cuando come adecuadamente según la exigencia materna.

Un niño con sobrepeso u obesidad tiene mayores posibilidades de desarrollar obesidad en su vida adulta. Por este motivo, es de suma importancia transmitir hábitos alimentarios saludables para los niños a partir de la incorporación de hábitos alimentarios en los adultos.

(Fuente www.perfil.com). https://www.perfil.com/noticias/opinion/florencia-casabella-dia-mundial-contra-la-obesidad-ninos-alimentacion-y-sobrepeso-en-pandemia.phtml

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