Marco Bonilla, alcalde de Chihuahua, protagonizó una caravana mediática para informar que pagó 42 mil pesos de impuesto predial correspondientes a tres propiedades. Sin embargo, este anuncio contrasta con las irregularidades que rodean una de sus propiedades.
Se trata de una granja que adquirió por 100 pesos el metro cuadrado, aunque el valor catastral es de 700 pesos el metro cuadrado. Además, Bonilla ha estado pagando el predial como si la propiedad fuera solo un terreno baldío, a pesar de que cuenta con construcciones.
La situación adquiere mayor relevancia al conocerse que la vendedora de la granja, María Elena Parra, es beneficiaria de programas municipales, lo que ha generado cuestionamientos sobre los posibles privilegios que pudieron influir en la transacción.
El año pasado, Marco Bonilla pagó 8,200 pesos de predial por tres propiedades, dejando ver un evidente incremento en su patrimonio. Este aumento ha despertado críticas sobre la congruencia entre sus actos y el mensaje de transparencia que busca proyectar.
Mientras Bonilla celebra públicamente el cumplimiento de sus contribuciones, los datos sobre el precio de la granja y su manejo del predial han generado dudas sobre la legalidad y la ética de sus transacciones.