Chihuahua es la octava entidad con más fallecidos por la pandemia, con 69 casos, un dato que se vuelve más llamativo al notar que tan solo en Ciudad Juárez se han registrado 59.
¿Qué tienen en común estas ciudades? Ambas concentran gran cantidad de las maquiladoras, estadunidenses y europeas, que hay en el país, mismas que se han convertido en grandes focos de contagio del coronavirus.
Se resisten a parar
El 30 de marzo, cuando se declaro emergencia sanitaria en el país por la pandemia del SARS-CoV-2, se publicó un decreto en el Diario Oficial de la Federación que, entre otras cosas, incluye la suspensión de ciertos servicios y actividades no esenciales.
Sin embargo, pese a que el trabajo en las maquiladoras no es considerado esencial, muchas han hecho caso omiso al la instrucción de las autoridades, para la cual, por cierto, no se han establecido sanciones. Y así, estas fábricas se convirtieron en auténticos invernaderos del COVID-19.
Según señala Telemundo, a principios de abril, las autoridades de Baja California informaron que recibieron hasta 35 denuncias de empresas no esenciales trabajando, y contabilizaron hasta 130 empresas maquiladoras en Baja California no esenciales, que dijeron deben cerrar y pagar el sueldo integro por 30 días a los empleados.
El gobernador de ese estado, Jaime Bonilla ha advertido que la mayoría de las personas que se han enfermado de COVID- 19 están en edad laboral por lo que ha hecho un enérgico llamado a que las empresas no esenciales cierren cuanto antes. Además empezaron a realizar operativos para obligar a cerrar establecimientos durante la pandemia.
Pero, medios locales han registrando que se multiplican las denuncias de que muchas de las maquiladoras nunca pararon y que las clausuradas están reabriendo. Entre los datos que reportan es que ya contabilizan más de 60 contagios entre los empleados y que en al menos 4 de esas fábricas se han detectado brotes del virus.
De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos de Baja California, en la entidad operan 911 empresas de la industria de exportación y de manufactura, donde trabajan unas 332 mil 533 personas, 232 mil trabajan en plantas de Tijuana.Protesta de empleados de Electrocomponentes de México en Ciudad Juárez (Foto: REUTERS/José Luis González)
En Ciudad Juárez, Chihuahua, se vive la misma historia. Se trata del municipio con mayor población en ese estado y actualmente con el mayor número de contagios y muertes por COVID-19. Ahí operan 320 maquiladoras que emplean a aproximadamente 300,000 personas. Y aunque varias de estas fábricas han acatado las órdenes del gobierno federal, otras todavía no han interrumpido operaciones.
Según reportó Milenio, activistas y trabajadores de Ciudad Juárez han protestado acusando que los obligan a ir y acusan que la cantidad alarmante de contagios en esa ciudad se deben a que estos negocios han seguido abiertos, alertando que por lo mismo los hospitales ya se ven rebasados.
Y es que la tasa de letalidad en ese municipio fronterizo es del 28%, un dato que resulta preocupante ya que contrasta con los municipios con más casos en el país, como Iztapalapa, en la Ciudad de México, con una tasa de letalidad del 5.7 por ciento, o Nezahualcóyotl, en el Estado de México, del 5.6 por ciento.
Medios locales aseguran que son al menos 28 las maquiladoras que siguen abiertas en Ciudad Juárez, convirtiéndose en verdaderos focos de contagio del coronavirus.(Foto: REUTERS/José Luis González)
¿Por qué no cierran?
De acuerdo con Milenio, muchas de las maquiladoras continúan sus actividades de manera clandestina para cumplir con sus compromisos con Estados Unidos, donde algunos rubros laborales, como el manufacturero, reabrieron -consecuencia de la desesperación de Donald Trump por reactivar la economía de ese país- por lo que las fábricas del lado mexicano tienen compromisos de entrega que cumplir.
El 21 de abril, el embajador estadounidense en México, lanzó una campaña en Twitter para presionar a fin de que se reabran las plantas maquiladoras de la frontera, argumentando que son parte fundamental de la cadena de suministro del vecino del norte.
Sin embargo, esta mañana, el canciller Marcelo Ebrard, negó que existiera algún tipo de presión por parte de Estados Unidos para que México reactivara actividades consideradas como no esenciales.
“No ha habido presión, ni comunicación oficial por parte del gobierno estadounidense”, señaló Ebrard, luego de que se supo que senadores de Estados Unidos enviaron una carta a Mike Pompeo, secretario de Estado de ese país, para que ejerciera más presión a México para reactivar labores en los negocios ya mencionados y así evitar la interrupción de cadenas de suministro.
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