Aprovecho mi participación en tribuna para manifestar descontento e impotencia: En los últimos meses hemos vivido lo que nunca: la llegada de una pandemia declarada a nivel global, desastres naturales alrededor del mundo, acuerdos y desacuerdos económicos de potencias mundiales, y por si fuera poco, una lucha sin precedentes por el agua en tierras chihuahuenses.
El día de ayer se conmemoró el día de la independencia en nuestro país, un día en el que cientos de mexicanos celebran con orgullo y emoción. Lamentablemente, este año, las palabras pronunciadas por gobierno federal quedan completamente vacías; se pronunció un “Viva la igualdad”, un “Viva el amor al prójimo” e incluso un “Viva la esperanza”, sin embargo, ninguna de esas pronunciaciones se ven reflejadas en los actos que se han dado contra los chihuahuenses, y me atrevería a decir que contra muchos otros mexicanos.
Nos encontramos ante una situación completamente lamentable, estamos presenciando uno de los eventos más preocupantes de la historia, no solo de nuestro estado, sino del país entero. Nunca antes había sido tan descarada la despreocupación por los ciudadanos, el menosprecio a los compatriotas, la discriminación y la ignorancia de un gobierno caduco e incompetente. El ataque inminente a los derechos humanos de los productores y agricultores de Chihuahua, es hoy, una cruel realidad.
Es muy bien sabido que el Estado Grande, siempre ha tenido como una de sus actividades económicas principales la agricultura; hasta la fecha, es una actividad esencial para el estado de Chihuahua. Otro hecho es que Chihuahua es un estado seco, lo que significa que las lluvias no son abundantes, por lo que el cuidado y el consumo del agua en la entidad es primordial, no solo para los agricultores, sino para todos nosotros como ciudadanos.
En los últimos meses, los productores del estado, han enfrentado las adversidades de la pandemia y a ello se le ha sumado la delicada situación derivada de las cuestiones relacionadas con el pago de agua pactado hace casi ya 100 años en un Tratado Internacional con Estados Unidos de América, ya bien conocido por todos los mexicanos, sin embargo, pareciera que es un documento NO bien analizado por muchos, incluido el gobierno federal.
Derivado de lo anterior, los agricultores chihuahuenses han visto cómo el gobierno federal en turno y las autoridades que se supone deberían respaldar a sus compatriotas, han tergiversado las versiones de lo que sucede en el norte; disfrazan la verdad creyendo que la lejanía de Chihuahua facilitará sostener las mentiras para de esta forma, lavarse las manos, limpiar o “mantener” una imagen; PUES HOY QUEREMOS DECIRLE A TODO MÉXICO, PRESENTES, DESDE LA PRESA “LA BOQUILLA”, QUE LAS COSAS NO SON COMO GOBIERNO FEDERAL LAS PINTA.
Como en todo tratado que se diga justo, en el tratado de 1944 existen disposiciones sobre las cuales se establecen excepciones, condiciones y ciertos compromisos. Lo menciono porque me gustaría esclarecer los hechos y la mentalidad de los mexicanos, ya que NO ES JUSTA LA POSTURA QUE EL GOBIERNO FEDERAL ESTÁ TOMANDO, NO ES CIERTO QUE NO HAY SOLUCIONES, NO ES VERDAD QUE SE NECESITA DARLE LA ESPALDA A TUS PROPIOS COMPATRIOTAS, nada más porque hay que quedar bien primero con nuestro país vecino. En el tratado en mención, se establece en varias de las disposiciones, que EN CASO DE SITUACIÓNES GRAVES COMO LA SEQUÍA, SE EXIME DEL CUMPLIMIENTO A MÉXICO, LLEGANDO INCLUSO A CONTEMPLARSE LA COOPERACIÓN DE ESTADOS UNIDOS PARA CON NUESTRO PAÍS.
Haciendo mención de lo anterior, quiero dejar en claro que no pretendo alentar el incumplimiento de las obligaciones federales, por supuesto que no… lo que me gustaría que quedara muy en claro es que un contrato tiene su forma legal y sus requerimientos específicos, y este Tratado Internacional del agua no es la excepción, por lo que CUANDO EXISTE VOLUNTAD ENTRE DOS PARTES, EN ESTE CASO EL GOBIERNO DE ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA Y EL GOBIERNO MEXICANO, SIEMPRE HABRÁ FORMA DE LLEGAR A ACUERDOS.
Las muestras de indignación ante el desdén que muestran las autoridades federales ante los hechos que han venido ocurriendo desde principios de año, y a los que se les ha sumado ahora la muerte de Yesica Silva, han ido escalando a niveles inimaginables pero totalmente comprensibles. Esto debe parar ahora. Demandamos la atención debida de quienes hace mucho debieron venir a dar la cara; no es posible que tras varias horas del atroz ataque a Yesica Silva y a su marido Jaime Torres, no hubiera pronunciamiento alguno por parte de alguna autoridad federal. La Guardia Nacional únicamente sosteniendo la versión de que repelían agresiones que ahora se sabe no existieron, la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General de la República brillan por su ausencia, mientras el presidente de México sigue minimizando los hechos afirmando que todo esto tiene fines políticos, fines electorales.
Quisiera saber si el nombre de Yesica Silva figuraría en alguna boleta electoral; si esta madre de familia tenía pretensiones electorales o algún cargo como funcionaria de algún nivel de gobierno como para que se siga sosteniendo que estos hechos son parte de un plan partidista. Aunque Yesica cumpliera con alguno de los supuestos anteriores, NADA justifica que se le haya arrebatado la vida de la manera en la que lo hicieron. Esto constituye aunque les duela escuchar, un crimen de estado, de esos que el actual gobierno cuando era oposición, no dudó nunca en señalar.
Como chihuahuenses y como vencedores del desierto, la única certeza que debe existir es que no permitiremos más actos que dañen a nuestra comunidad. Como autoridades y representantes de gobierno, debemos comprometernos a las acciones, a quienes se les debe, y no solamente hablar por hablar, es por eso que el de la voz, ha estado al pie del cañón junto los agricultores y además, el Poder Legislativo de Chihuahua, el día de hoy nos presentamos físicamente a este espacio, orgullosos de nuestras raíces y de ser chihuahuenses.
Estamos seguros de que, lo único que le falta a la autoridad para comprender lo delicado del asunto, es visitar nuestro estado: con al menos hacer presencia aquí y escuchar a quienes hoy nos acompañan, bastaría para comprender ya no solo a los productores, sino el aspecto geográfico y las condiciones climatológicas del lugar, que evidentemente no solo afecta a unos pocos, nos afecta a todos como chihuahuenses.
La principal fuente de trabajo para un productor y un agricultor es el AGUA, no hay cómo negarlo y tampoco hay manera de cubrirlo, es simplemente una realidad que los hechos por los que hoy los agricultores pasan, son por ende, una violación a múltiples derechos como humanos por parte de las autoridades. Ya no debemos darnos el lujo de ser tratados como si no fuéramos parte de un solo ente, ya no podemos seguir dejándonos atacar por las autoridades, nada más por que lo son, tenemos que exigir nuestros derechos, y aún más cuando estos derechos terminan siendo la nada para nuestra máxima representación.
La Constitución Mexicana establece claramente la responsabilidad del gobierno federal, así como del gobierno estatal a la protección del mexicano, a velar por sus derechos y a proporcionarle una vida digna. Ahora me pregunto yo: ¿En dónde se están aplicando estas disposiciones? Porque volteo a nuestros compatriotas y no las veo, solo veo coraje, veo tristeza e impotencia, veo una decepción, veo ingobernabilidad.
Como ciudadanos mexicanos, tenemos todo el derecho de exigir lo que nos corresponde y más aún, cuando es evidente el abuso que se comete contra de nosotros mismos.
HAY QUE TENER MUY CLARO QUE, CUANDO EL CUMPLIMIENTO DE UN CONTRATO, ACUERDO, CONVENIO O TRATADO VULNERE LOS DERECHOS HUMANOS DE ALGUNA PARTE, ES ENTONCES, CUANDO SE VUELVE INVIABLE SU APLICACIÓN, Y COMO YA SE HA VENIDO EXPLICANDO DURANTE MESES, LA VIOLACIÓN INMINENTE A LOS DERECHOS DE LOS AGRICULTORES ES TOTALMENTE PERCEPTIBLE.
Quisiera terminar diciendo lo siguiente. Los agricultores, productores y los defensores de la causa, sí somos mexicanos, pero sobre todo somos nacidos en el Estado Grande, en Chihuahua, un estado que siempre se ha caracterizado por la valentía de su gente, la honestidad, lealtad, por ser bravos ante las situaciones de injusticia, por defender lo que por derecho nos pertenece. Las adversidades e injusticias que hoy se nos presentan,nos unen a todos sin distinción de si somos representantes de alguno de los tres poderes, o si pertenecemos a algún partido político. Lamentablemente, las adversidades son las que hoy nos unen pero las que nos fortalecen y nos muestran como uno solo.
Al resto de los mexicanos, les digo lo siguiente: entiendan el fin de la manifestación, los ciudadanos chihuahuenses somos gente leal que no solemos hacer esto si no hay detrás una causa justa.
Jamás nos cansaremos de alzar la voz, de defender a los nuestros y de protegernos los unos a los otros.
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