El universo se oscurece un poco más este 9 de septiembre de 2024, con la partida de James Earl Jones, el hombre detrás de una de las voces más icónicas de la historia del cine. El legendario actor, que dio vida al temido y amado Darth Vader de «Star Wars», falleció a los 93 años, rodeado de su familia, según informó su agente.
Con una carrera que abarcó más de seis décadas y casi 200 producciones en cine, televisión y teatro, Jones dejó una marca indeleble en la industria del entretenimiento. Sin embargo, más allá de los premios y los reconocimientos, lo que definió su legado fue su inconfundible voz profunda, que resonó en millones de corazones a lo largo del tiempo.
Nacido en 1931 en Arkabutla, Misisipi, James Earl Jones encontró su lugar en el mundo a través de la actuación, llevando su inigualable talento desde los escenarios de Broadway hasta la pantalla grande. Aunque su carrera estuvo llena de éxitos, incluyendo su papel como Mufasa en «El Rey León» y su nominación al Oscar por «The Great White Hope», su voz como Darth Vader lo inmortalizó para siempre en la memoria colectiva.
Jones prestó su voz al oscuro lord Sith en 1977, cuando «La guerra de las galaxias» debutó en los cines. Pocos podían imaginar el impacto que esa ronca y amenazante voz tendría en generaciones enteras. Aunque nunca vistió el traje del villano, Jones fue el alma de Vader, entregando con cada línea una intensidad y humanidad que trascendía la pantalla. «Soy tu padre», la frase que él mismo reconoció como la favorita de los fans, se convirtió en un eco inmortal del cine.
A pesar de su inmenso impacto, Jones nunca buscó la fama. En sus palabras, el trabajo de Darth Vader era solo eso, «un trabajo de efectos especiales». No pidió créditos en las primeras películas de «Star Wars» y ganó apenas 9,000 dólares por su papel en la película original. Sin embargo, su humildad y amor por la actuación lo llevaron a seguir complaciendo a sus admiradores con una sonrisa y su inolvidable voz.
La vida de Jones estuvo llena de triunfos más allá de la saga galáctica. Ganador de dos premios Tony, dos Emmy y un Grammy, fue uno de los pocos privilegiados en alcanzar el estatus de EGOT, una de las máximas distinciones en el mundo del entretenimiento. A pesar de todos estos logros, Jones permaneció con los pies en la tierra, recordando siempre el arte que lo llevó a donde estaba.
Hoy, el mundo del cine y el teatro pierde a una de sus grandes estrellas. El eco de su voz aún resuena en los corazones de quienes crecieron temiendo y admirando a Darth Vader, o de aquellos que escucharon las sabias palabras de Mufasa. James Earl Jones nos deja con un legado incalculable, pero sobre todo con la sensación de que su voz seguirá guiándonos, como una luz en la oscuridad del universo.
Descanse en paz, maestro.
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