Adriana Terrazas, exdiputada de Morena y ex presidenta en el Congreso local, ha sido designada por la gobernadora Maru Campos como la nueva representante del Gobierno de Chihuahua en la Ciudad de México.
Nombramiento más que cantado que ha generado revuelo por el historial político de Terrazas, quien durante su paso por Morena fue acusada de favorecer intereses del PAN.
Durante el acto protocolario en el Palacio de Gobierno, Adriana Terrazas agradeció a la gobernadora por la confianza depositada en ella, comprometiéndose a trabajar desde la capital del país en proyectos que beneficien a Chihuahua, particularmente en el inicio de la administración de Claudia Sheinbaum.
Pero el ascenso de Terrazas en el gabinete de Campos no ha pasado desapercibido. El coordinador de la bancada de Morena en el Congreso local, Cuauhtémoc Estrada, ya había expresado sus dudas sobre la lealtad de la exdiputada, insinuando que su inclinación hacia los intereses panistas en la legislatura pasada no era nueva.
“Siempre dijimos que estaba favoreciendo a los albiazules”, comentó Estrada días antes de confirmar su nuevo nombramiento, recordando las tensiones que surgieron cuando Terrazas era parte de su bancada.
La historia de Terrazas en Morena está marcada por una serie de conflictos que culminaron en denuncias por violencia política de género. En marzo de 2024, la exdiputada acusó a sus compañeros de Morena de agresiones verbales y falta de respeto, lo que llevó a una disputa legal que la llevó a la separación del grupo parlamentario. Sin embargo, desde Morena se alegó que su denuncia tenía tintes políticos y que fue utilizada como herramienta para posicionarse políticamente.
La designación de Adriana Terrazas en este nuevo cargo confirma lo que muchos en Morena ya sospechaban: su ruptura con el partido no era solo una cuestión interna, sino parte de un movimiento estratégico que ahora la pone al frente de la representación estatal en la capital del país. Mientras algunos ven esto como una traición, otros lo interpretan como una jugada calculada para asegurar su futuro político.