Visión 614… aquí decimos lo que otros callan

La guerra fría entre Maru Campos y Marco Bonilla

El escenario político en Chihuahua está tomando un giro interesante con la relación entre el alcalde Marco Bonilla y la gobernadora Maru Campos, ambos pertenecientes al PAN. Mientras Bonilla se esfuerza por proyectar una relación cordial y de apoyo mutuo con la gobernadora, tras bambalinas se habla de un conflicto de intereses que podría marcar el futuro político de ambos.

Fuentes cercanas al PAN revelan que Maru Campos, quien ha sido una figura dominante dentro del partido en el estado, está buscando bloquear las aspiraciones políticas de Marco Bonilla. Al parecer, el alcalde capitalino ha captado la atención de grupos nacionales dentro del PAN, quienes lo ven como una promesa con mayor proyección que la propia gobernadora. Este respaldo, que podría allanar su camino hacia la gubernatura, no ha sido del agrado de Campos. De hecho, se comenta que ha dado órdenes a medios de comunicación locales para que eviten posicionar a Bonilla como un posible contendiente para la gubernatura en 2027, mientras que ella apuesta por otras figuras cercanas a su círculo de confianza.

Uno de esos nombres es el de Rafael Loera, secretario de Desarrollo Humano, quien parece estar ganando terreno bajo la sombra de Maru Campos. Durante el desfile de Independencia, la gobernadora sorprendió a muchos al celebrar el cumpleaños de Loera en pleno evento cívico, con la presencia de gran parte de su gabinete, incluyendo al secretario particular Fernando Álvarez Monje, Gil Loya de Seguridad Pública, y el senador Mario Vázquez, entre otros. Entre aplausos y ‘mañanitas’, Loera recibió un pastel adornado con velas que parecían más propias de una fiesta que de un acto patrio, lo que dejó entrever el respaldo y cercanía que tiene con la mandataria estatal.

El gesto hacia Loera no pasó desapercibido en los círculos políticos, y mucho menos para los que aspiran a la alcaldía en 2027. Con este movimiento, parece que Maru Campos está posicionando a Loera como su apuesta, ya sea para la alcaldía de Chihuahua o, en una jugada más ambiciosa, para la gubernatura.

Sin duda, la estrategia de la gobernadora para opacar a Marco Bonilla en su carrera política está en marcha. Pero la pregunta es, ¿logrará su objetivo o será Bonilla quien termine superando los obstáculos que su propia correligionaria ha puesto en su camino? Lo que es claro es que la contienda por el control político del estado ya no se libra solo en las urnas, sino también en los juegos de poder entre los principales actores del PAN en Chihuahua.

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Bonilla evita Palacio y asiste al desfile en Concordia

El desfile de la Independencia en Chihuahua dejó al descubierto una fractura cada vez más evidente entre el alcalde Marco Bonilla y la gobernadora Maru Campos. Mientras Campos encabezaba el acto protocolario frente al Palacio de Gobierno, Bonilla decidió no asistir a el evento oficial, decidiendo participar en el desfile de la colonia Concordia. Lo que hace más visible el deterioro de la relación entre ambos panistas.

La decisión de Bonilla de evitar el desfile en Palacio y asistir al evento en la Concordia no es más que un reflejo de las tensiones que dominan su relación con la gobernadora. Este gesto, refuerza la idea al interior del PAN de que Bonilla ya no es bienvenido en el círculo cercano de Campos, quien parece decidida a excluirlo de cualquier escenario político clave en el estado.

El distanciamiento entre ambos es cada vez más evidente, y el escenario político en Chihuahua se recalienta a medida que estas diferencias internas se hacen más públicas.

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Choques y Alianzas: Elizabeth Guzmán impone orden en el Congreso de Chihuahua

En una sesión que dejó mucho de qué hablar, la reciente designación de Elizabeth Guzmán Argueta como presidenta del Congreso de Chihuahua dejó claro que su mandato trae consigo disciplina, incluso dentro de su propio partido. Se comenta que la decisión de darle el liderazgo fue impulsada directamente por Ariadna Montiel, quien busca poner en orden a las filas locales. Un ejemplo de este nuevo control se vivió cuando la diputada Leticia Ortega intentó adelantarse en la discusión sobre una iniciativa, y Guzmán la corrigió en plena sesión: «Diputada, el uso de la voz es únicamente para adhesión», señaló con firmeza, dejando en claro que no habrá espacio para salidas de guion en su mandato.

El episodio ocurrió mientras se debatía una propuesta del diputado priista Guillermo Patricio Ramírez Gutiérrez, quien busca reformar la Ley Orgánica y el Reglamento Interior del Congreso. Ortega, quien parecía dispuesta a expresar su oposición, fue rápidamente contenida por su compañera de bancada, una acción que no pasó desapercibida entre los asistentes.

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Curules cambiantes y alianzas incómodas

Otro momento interesante fue protagonizado por la diputada del PT, América Aguilar, quien parece haber cambiado de alianzas al decidir no compartir curul con su compañera petista Irlanda Márquez. En su lugar, Aguilar se acomodó junto a los diputados Óscar Avitia de Morena y José Luis Villalobos del PRI, con quien compartió una charla en tono amigable que dejó a más de uno intrigado. Mientras tanto, Cuauhtémoc Estrada continuaba defendiendo a María Antonieta Pérez, dejando en evidencia las divisiones internas del PT, partido que parece navegar entre la cercanía con el PRIAN y su alianza con Morena.

La escena política en el Congreso de Chihuahua está más viva que nunca, con Elizabeth Guzmán consolidando su liderazgo y las alianzas interpartidistas cambiando en cada sesión. ¿Qué nos deparará el próximo movimiento?