A 35 días de que finalice el ciclo escolar 2020-2021, que se llevó en su mayor parte a distancia por la pandemia de COVID-19, miles de estudiantes se disponen a regresar a las aulas –de manera voluntaria– con sus debidas medidas sanitarias.
La decisión del gobierno federal de vacunar al personal educativo, para que cuando las condiciones epidémicas de cada entidad permitieran retornar a las aulas dividió a la población, pues unos dicen que es mejor esperar hasta el próximo ciclo escolar, otros consideran primordial que se retorne a las escuelas ante el daño que está causando el estar más de un año tomando clases a distancia.
De acuerdo con estimaciones del Banco Mundial, la pandemia causó en México un rezago equivalente a dos años de escolaridad, mientras que la organización Mexicanos Primero lo estimó hasta en tres ciclos escolares. De acuerdo con la investigación “Equidad y Regreso”, el 61.6% de los jóvenes entre 10 y 15 años encuestados, no comprende un texto de 4to de primaria, mientras que el 88.2% no pudo resolver un problema de 3ero de primaria.
Esto a largo plazo traerá repercusiones tanto en el ingreso de esta generación, como del país. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estimó que en los próximos 80 años este fenómeno le podría costar a México un monto acumulado de hasta 136% del PIB de 2019, por lo que señaló el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) que esto implicaría que nuestro país dejaría de producir hasta 1.7% del PIB cada año o un monto similar al gasto total ejercido por la Secretaría de Educación Pública (SEP) en 2019.
Ante la situación el presidente Andrés Manuel López Obrador urgió a volver a las aulas lo antes posible. El primero en hacerlo fue Campeche, donde tras unas semanas de la apertura de 137 escuelas, dos fueron cerradas por detectarse casos positivos, en tanto que el regreso al semáforo a color amarillo en la entidad frenó la implementación del programa piloto.
Tras la vacunación a 2 millones 743,448 personas del sector, la SEP informó que alrededor de medio millón de estudiantes de distintos niveles ya volvieron a las aulas en los estados de Chiapas, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y Veracruz, en tanto que Campeche y Nayarit, que habían abierto los planteles, los volvieron a cerrar por el retroceso en el semáforo epidemiológico.
¿Volver o no volver?
Asimismo, el próximo 7 de junio, se sumarán otros estados, entre ellos la Ciudad de México y el Estado de México, que concentran un gran número de estudiantes. En ambas entidades se establecieron protocolos para el regreso a clases con base en los lineamientos que emitió la SEP, sin embargo, existen reservas.
Por ejemplo, la Asociación Nacional de Padres de Familia (ANPAF) respaldó la decisión del presidente y la secretaria de Educación, Delfina Gómez Álvarez, y apoyó la decisión de los padres y madres de familia de todas las escuelas públicas y particulares que conforman el sistema educativo nacional, que deseen o no regresar a sus hijos a clases presenciales.
“Que el regreso a clases presenciales sea para dar un repaso general y examen diagnóstico, cuyos resultados permitan diseñar estrategias integrales que favorezcan el inicio y curso del siguiente ciclo escolar; poner en óptimas condiciones los espacios educativos para este regreso presencial a clase y el siguiente ciclo escolar”, planteó.
La ANPAF realizó una encuesta en Campeche, Ciudad de México, Durango, Jalisco, Puebla, San Luis Potosí, Tabasco, Veracruz y Yucatán, donde el 48% de las personas considera que el regreso a clases presenciales es benéfico para los estudiantes y sus aprendizajes, el 29% de la población se encuentra algo de acuerdo con esta premisa, mientras que el 9% no se encuentra de acuerdo ni en desacuerdo, el 4% se encuentra algo en desacuerdo y el 10% de la población considera que no.
Pero la pregunta que dividió a la población fue ¿llevaría a sus hijos a la escuelas?, a la que el 54% dijo que no frente a un 46% que respondió que sí. De los que señalaron que sí, el 39% fue porque consideró que los niños necesitan fortalecer sus conocimientos y aprendizajes, el 4% debido a que los niños necesitan atención socioemocional, el 5% debido a que los niños necesitan socializar y ver a sus amigos, el 14% a que todo el personal ya está vacunado, y el 38% debido a todas las razones.
Entre las razones por las cuales las personas señalaron que no llevarían a sus hijos a la escuela se deben a que el 29% considera que el ciclo escolar ya terminó, el 17% a que en casa no todos están vacunados y los niños los pueden contagiar, el 5% a que las escuelas no tienen agua ni jabón, el 23% debido a que tienen miedo de que sus hijos se enfermen y el 26% debido a todas las razones mencionadas anteriormente.
Por su parte, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) aseguró que al menos 45,000 maestros de la sección IX, así como padres y madres de familia de la capital mexicana acordaron no regresar a las escuelas.
En conferencia, el secretario general de esta sección, Pedro Hernández, señaló que la urgencia por retornar obedecía más a una decisión político-electoral y económica que escolar. Expuso que, según una encuesta que realizaron en más de mil escuelas, 97.1% consideró que no hay condiciones necesarias para el regreso a las aulas presencial.
fuente:https://politica.expansion.mx/mexico/2021/06/04/regreso-a-clases-presenciales-tras-covid-19-divide-a-la-poblacion
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